Las alergias son reacciones exageradas del sistema inmunológico, que al estar en contacto con ciertas sustancias se encuentran en el ambiente como polvo, ácaros, animales, plantas, ciertos alimentos, picaduras de insectos y algunos fármacos, pueden provocar reacciones alérgicas en las personas.
Esta enfermedad se produce por una abrupta liberación de mediadores inflamatorios y que son los primeros causantes de los síntomas que experimentan los pacientes.
Por otro lado, también se sabe que las alergias pueden ser hereditarias, por eso, es necesario realizar estudios anticipados en los niños, una vez que han nacido para de esta forma tomar las debidas precauciones y evitar que la enfermedad se desencadené, trayendo complicaciones futuras.
Principales síntomas que experimenta una persona alérgica
Las alergias pueden provocar muchos síntomas, pero no en todas las personas se manifiesta de igual forma. Por ejemplo, hay pacientes que experimentan cambios importantes en el sistema digestivo debido a la ingesta de algunos alimentos.
Hay casos de personas que comienzan con trastornos en las vías respiratorias provocados por la presencia de ácaros, polen y otros agentes que están circulando en el ambiente.
También puede ocurrir que los individuos sufran cambios en la piel debido a ciertas sustancias químicas como jabones, cremas, detergentes o algunos medicamentos, que pueden provocar salpullidos, enrojecimiento de la piel e incluso algunas ulceraciones que, de no ser debidamente tratadas, pueden provocar mayores complicaciones. Otros de los síntomas frecuentes, son picazón, estornudos, enrojecimiento e inflamación de la zona afectada, secreción nasal o trastornos más severos como el asma y alteraciones del aparato respiratorio.
La conexión entre el asma y la alergia
De acuerdo con los reportes, el 38% de las personas con rinitis alérgica presenta también asma, mientras que el 85% de las personas con asma presenta también síntomas nasales.
Se observa entonces que el asma y las alergias de vías aéreas son coincidentes y simultáneas.
La reacción alérgica en las vías aéreas superiores se presenta como rinitis alérgica y rinosinusitis. Puede causar estornudos, goteo nasal, picazón nasal, obstrucción nasal y tos.
La reacción alérgica en las vías aéreas inferiores se presenta como asma. Puede causar dificultad en la respiración, sibilancias, tos, flema y otros síntomas respiratorios. La sibilancia ocurre cuando la vía aérea se reduce por la inflamación y la secreción mucosa, lo cual afecta el flujo de aire. Por otra parte, el reflejo de toser se sensibiliza por la inflamación alérgica.
La presencia de alergias en la vía aérea superior como también otro tipo de alergias, puede empeorar el asma si no se da un tratamiento adecuado. El tratamiento de síntomas, tanto en vías aéreas superiores como inferiores, ayuda a controlar el asma y las alergias.
Ejemplos de alergenos (sustancias que provocan alergia) comunes, y de otros disparadores de síntomas que están presentes en el ambiente:
Ácaros del polvo doméstico, Pólenes, Hongos, Caspa de animales, Humo de tabaco, Infecciones virales, Polución ambiental, Aire frío, Estrés.
Tanto el asma como la rinitis alérgica afectan la calidad de vida: sueño saludable, capacidad de concentración, vida social, deportes y desempeño escolar o laboral.
Existen otras condiciones de salud en las que interviene el alergólogo, porque se confunden o superponen con el asma: tos crónica, bronquitis eosinofílica, micosis broncopulmonar alérgica, neumonitis por hipersensibilidad.
El alergista puede ayudar. Consulte a un especialista para comprender sus alergias y su asma. Así podrá conocer opciones de tratamiento adecuado a su condición, entonces podrá respirar mejor, con el consecuente beneficio en su calidad de vida.
Fuente: Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica