Octubre fue establecido por la OMS como el “Mes de concientización sobre Cáncer de Mama», para aumentar la atención y el apoyo prestados a la sensibilización, la detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos.
El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en la mujer. Se origina por el crecimiento rápido y desordenado de las células que revisten los conductos de la mama, y si no es tratado de manera temprana, puede avanzar hacia otras regiones del cuerpo. Puede afectar a cualquier mujer. Las posibilidades de que aparezca aumentan con la edad, en especial a partir de los 50 años.
En nuestro país, se detectan entre 15.000 a 20.000 nuevos casos por año. Y se calcula que 1 de cada 8 mujeres que hayan alcanzado la edad de 80 años habrá desarrollado la enfermedad en algún momento de su vida.
Aunque la enfermedad no puede evitarse, es posible realizar el diagnóstico precoz de la enfermedad para comenzar el tratamiento en sus etapas iniciales, con terapias menos agresivas y con mejores resultados.
Por ello, la detección precoz es el principal aliado en la lucha contra el cáncer de mama. Dado que la enfermedad es asintomática en sus inicios, en esta etapa sólo se puede detectar el tumor mediante la realización de estudios mamarios de control con el mastólogo (médico especialista que se dedica al estudio de las glándulas mamarias) y la mamografía anual. Este es el momento ideal para diagnosticarlo.
La Sociedad Argentina de Mastología recomienda realizar una mamografía en forma anual a partir de los 40 años, con posibilidad de realizar un estudio mamográfico de base a los 35 años.
Cuando ya está presente algún síntoma, significa que sobrepasó la etapa inicial, asintomática. El signo más frecuente es sin ninguna duda la palpación de un tumor, nódulo o dureza en la mama. Hay otros síntomas de menor ocurrencia, como son las retracciones o hundimientos en la piel o el pezón, el enrojecimiento a nivel de la piel de la mama, la descamación del pezón, el derrame de sangre por el pezón y la palpación de un bulto en la axila. Cuando una mujer detecta alguno de estos signos, debe consultar inmediatamente al especialista para aclarar su origen.
El autoexamen mamario sirve para que la mujer pueda conocer sus mamas pero nunca reemplaza la mamografía ya que ésta permite la detección de lesiones más pequeñas.
Se han identificado factores que pueden aumentar el riesgo de tener la enfermedad, y se dividen en dos grandes grupos: los no modificables y los modificables.
- Los principales factores de riesgo no modificables – es decir, aquellos que no podemos evitar – son ser mujer y la edad, ya que la posibilidad de desarrollar cáncer de mama aumenta con los años. Tener antecedentes familiares de cáncer de mama también aumenta el riesgo, pero este factor debe ser considerado por el mastólogo en cada caso en particular.
- Los factores modificables son aquellos sobre los que podemos tomar medidas para corregirlos y así disminuir el riesgo de cáncer de mama, y por ello el especialista hace especial hincapié: la presencia de sobrepeso aumenta la posibilidad de desarrollar la enfermedad. También es recomendable moderar el consumo de alcohol, no fumar y analizar detenidamente la utilización de terapias de reemplazo hormonal.
Fuentes: Sociedad Argentina de Mastología