La celiaquía es considerada la enfermedad intestinal crónica más frecuente. A pesar de que aún no hay registro de casos, estudios preliminares en nuestro país indican una prevalencia de aproximadamente 1: 200. Sin embargo actualmente se calcula que 1 de cada 100 personas es celíaca.
La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente al gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, avena, cebada y centeno en personas genéticamente predispuestas. La ingestión de gluten en una persona celíaca afecta la mucosa del intestino y disminuye su capacidad para absorber nutrientes.
Los síntomas típicos de la enfermedad son diarrea crónica; pérdida de peso; desnutrición; distensión abdominal en niños; aunque también se presenta con otros síntomas como anemia; uñas quebradizas; caída de cabello; baja estatura; menopausia precoz; trastornos del esmalte dental; problemas óseos, dermatológicos, diabetes; entre otros, pero también recordar que puede no dar síntomas.
Es importante el diagnóstico certero de la enfermedad con la consulta temprana con un pediatra o con un especialista en gastroenterología a través de un análisis de laboratorio. Esta patología puede tratarse únicamente con la supresión del gluten de la dieta de la persona afectada.
Se desconoce la causa exacta de la enfermedad celíaca. En su patogenia intervienen factores ambientales, genéticos e inmunológicos.
La enfermedad puede presentarse en cualquier momento de la vida desde la lactancia hasta la adultez avanzada. Aquellas personas con familiares que padezcan la enfermedad están en mayor riesgo de padecerla.